
TÉ RELAJANTE DE ASHWAGANDHA
Ashwagandha, que también se conoce con los nombres de ginseng indio y cereza de invierno (y botánicamente, Withania somnifera), es una planta de la familia de las solanáceas (solanáceas).
En la medicina ayurvédica, se clasifica como rasayana, un rejuvenecedor, que se utiliza para restaurar la salud y el bienestar y promover la longevidad. Se ha utilizado durante siglos para aliviar el estrés, la ansiedad y la fatiga y el insomnio, se considera un tónico general para todo uso.
Este pequeño arbusto leñoso crece en la India, África y el Mediterráneo, y la parte que se utiliza terapéuticamente es la raíz.
También se ha estudiado por sus efectos potenciadores cognitivos, neuroprotectores, antioxidantes, antibacterianos, antifúngicos, antiinflamatorios, inmunomoduladores, anticancerígenos, cardioprotectores y moduladores de la tiroides (Braun & Cohen, 2015).
Ashwagandha se clasifica como un tónico, sedante suave y adaptógeno en la medicina herbal. Esto último significa que tiene la capacidad de ayudar a una persona a afrontar mejor el estrés. Esto lo convierte en un aliado atractivo en el mundo moderno de hoy, donde muchos de nosotros estamos demasiado trabajados y sobre estimulados.
En un estudio no controlado en 1992, un pequeño grupo de montañistas en formación recibieron ashwagandha diariamente durante 29 días, y reportaron patrones mejorados de sueño, capacidad de respuesta, estado de alerta y capacidades físicas (Bone & Mills, 2013).
Es importante mencionar que al ser un depresor leve del sistema nervioso central, la ashwagandha no debe tomarse con alcohol, sedantes o ansiolíticos ya que puede potenciar los efectos de estos.
Esta receta es un antiguo remedio ayurvédico: una combinación clásica de raíz de ashwagandha, leche y miel, que se toma antes de acostarse para promover un sueño reparador.
La he modernizado un poco: usando leche de macadamia que tiene un buen contenido de grasas naturales y la hace super cremosa. Agregué algunas especias aromáticas a la mezcla:
1 taza de leche de macadamia ( o tu leche vegetal favorita)
1/2 cdita de Ashwagandha en polvo
1/4 Cdita de canela
1/4 Cdita clavo
Una pisca de nuez moscada
1/4 cdita vainilla (opcional)
Pétalos de rosa o lavanda para decorar
Una pizca de sal marina
1 dátil Medjool entero o miel para endulzar
Una vez que hayas mezclado todo lo anterior, lo calientas suavemente en la estufa antes de servir.
Se recomienda tomar esta bebida una hora antes de acostarse o, si quieres comenzar tu día relajada, disfrútala como una excelente alternativa al café por la mañana, nuevamente, es esa energía relajante de la hierba lo que la hace adecuada para cualquier momento del día. día.
Puedes comprar la Ashwagandha en polvo en una tienda de alimentos naturales.
¡Disfruta de esta deliciosa bebida!
Vanessa Uscategui
Nutrition + Health Coach
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